Café de El Salvador, el nuevo distintivo del «grano de oro» salvadoreño

A 2,050 metros sobre el nivel del mar, en medio de una neblina espesa, un frío acogedor y miles de árboles frutales y pinos con olor, el Gobierno lanzó Café de El Salvador, la nueva marca país que será un orgullo para los artesanos, caficultores y la población en general.

El resurgir de la marca responde al compromiso de reactivar la caficultura local, uno de los ejes del Plan Maestro de Rescate Agropecuario y específicamente de la política nacional cafetalera, que fue lanzada recientemente.

 Además, la marca es un reflejo y un tributo a la pasión y entrega de todos aquellos actores que intervienen en la producción del grano de oro, quienes llevan a cabo grandes faenas de manera comprometida para que los salvadoreños y extranjeros disfruten de uno de los mejores cafés del planeta.

La alta calidad, versatilidad y dulzura ha marcado por muchos años, en el paladar de muchas personas del mundo, el placer de degustar una taza de café y, en ese contexto, la nueva imagen hará que el sector despunte y pueda seguir enviando su producto a países como Rusia, Alemania, Italia, España, Estados Unidos, entre otros.

Carolina Padilla, directora del Consejo Salvadoreño del Café (CSC), dijo que por muchos años el café soportó el peso del desarrollo del país y ha hecho que las nuevas Café de El Salvador, el nuevo distintivo del «grano de oro» salvadoreño generaciones se estén alejando cada vez más del sector.

En la actualidad, agregó la funcionaria, el 11 % del territorio nacional está cubierto del bosque cafetalero, y es por eso la importancia del grano para el país; además, se trabaja para que este no desaparezca como lo hizo el algodón y el añil.

Asimismo, la marca será unificadora y le devolverá la esperanza a la caficultura salvadoreña, a crecer juntos como industria y como país.

Además, elevará el estatus del sector para que no se compare con ningún otro del mundo, hacerlo más atractivo y, consecuentemente, más rentable y tener una cultura de café.

«La marca tiene la oportunidad de formar de manera exclusiva tanto al consumidor y al comercio local sobre la importancia del café para la historia, futuro, cultura, economía y medioambiente», dijo Padilla.

Café de El Salvador tendrá el propósito de honrar a los productores salvadoreños y posicionar al país como uno de los más especiales en el mundo.

La marca no será la única responsable del posicionamiento en el mundo y está directamente vinculada con el Consejo Salvadoreño del Café, la Gira del Café, Hechos de Café, Escuela de Café y todas las instituciones del Gobierno, que también serán las promotoras.

David Martínez, titular del Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG), dijo que el lanzamiento es un momento histórico, ya que es una promesa que se le había hecho a un sector que estuvo marginado por más de 30 años.

«La marca no es la única salida a una problemática aguda. Hace menos de un mes se presentó el fideicomiso de $640 millones a la Asamblea para ayudar a sacar al sector del problema en el que está. Queremos que nuestro agricultor se sienta orgulloso de ser caficultor, que los jóvenes se sientan orgullosos por tener un Gobierno que está trabajando para que se pague el café como debe de ser», agregó.

Lily Pacas, viceministra del MAG, explicó que la nueva marca busca que los salvadoreños conozcan el orgullo y que un grano de café genera beneficios ambientales, sociales y económicos en el país.

«Queremos que nuestro café sea reconocido como el mejor del mundo no solo por su sabor, sino por todo el trabajo que hacen todos los salvadoreños para hacer uno de los mejores en el mundo», dijo.

La caficultura genera miles de empleos y aporta a la economía con la producción, en ese sentido, Omar Flores, presidente de la Asociación Cafetalera de El Salvador (Acafesal), indicó que la nueva imagen ayudará para que el producto se pueda vender con un precio por calidad, que sea fuera del mercado bursátil.

«Buscamos que nuestro café sea reconocido como el mejor del mundo, no solo por su sabor sino por todo el trabajo que hacen todos los salvadoreños para hacer uno de los mejores en el mundo».

Lily Pacas, viceministra de Agricultura.

«Queremos que nuestro agricultor se sienta orgulloso de ser caficultor, que los jóvenes se sientan orgullosos porque tienen un gobierno que está trabajando para que se pague el café como debe de ser».

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